La pirámide invertida es la herramienta que construye el periodista digital para que el usuario edifique su propia pirámide. El periodista es la piedra angular y los internautas, la estructura referencial. Desde este punto vista, realizar un título que responda a la estructura –sujeto-verbo-complemento-, escribir un lead no sólo introductorio sino explicativo que capta la atención de un target determinado, el desarrollo por bloques de contenido, la conjunción de materiales de profundización y la inclusión de piezas de información secundaria, son la justificación de los redactores web en el periodismo moderno para la construcción de contenido online.
¿El porqué de esta herramienta dejada aparentemente en el tiempo? Lo primero que habría de preguntarse realmente es que si dicha herramienta, en realidad, era parte del pasado periodístico. Nielsen, reiteradas veces mencionado en el texto del que este informe es basado, argumentaba que al igual que las pirámides de Egipto, el modelo de la –invertida- se ha mantenido con el pasar del tiempo, solo que había sido transformada, modificada o recreada para otros aspectos nuevos de la profesión. El material científico de la red 2.0 es entregado a los usuarios con una estructura distinta a la del periodismo mismo. Las conclusiones o hechos importantes son mostrados al final porque el target científico online, es un público de profundización, mientras que los lectores del periodismo digital, son sujetos dinámicos, de información sustancial, precisa y breve.
“Los lectores desean saber qué pasa tan pronto la historia comienza a desenvolverse. Si es interesante, prestarán atención. De otra forma, se irán a otra parte. La gente está muy ocupada para detenerse sin ninguna recompensa”, dice Mencher, también citado en el capítulo referenciado aquí. Y esto ocurre precisamente porque los usuarios son ahora redes de información multilineal, multidimensional y de investigación abierta: Ellos mismos tiene la capacidad de edificar la información, navegar en bloques temáticos de preferencia, armar los hechos y promulgar una serie de conclusiones específicas, entendiendo por eso, construcciones de conocimientos abiertas.
Pero para poder realizar dicha navegación, los medios digitales de comunicación y sobre todo sus periodistas, deben de aplicar la herramienta del hipertexto, que no es más que un párrafo introductorio y enlaces –intertítulos- que permitan el enganche del usuario. Esto no se hace al azar porque es necesario un estudio de audiencias que permita identificar las exigencias de un público X y así estar en la capacidad de elaborar el hipertexto, segmentado por los bloques temáticos más elocuentes o necesarios.
Ahora, la parte de la brevedad al incluir dicha información. Crawford Kilian, autor del libro ‘Writing for the Web’, propone que se divida la información en un número de palabras por la capacidad de lectura en un rango de tiempo y que esto le sirva al redactor para escribir dentro de dichos parámetros. Pero ¡Cuidado! Porque esta modalidad puede atentar contra la creatividad del periodista –y por creatividad no se habla de subjetividad sino de estímulo al lector-, además de la elocuencia de la información postulada –perdiéndose su sentido, su profundidad o su idea principal- a causa de la segmentación.
La estratificación en los contenidos supone, un elemento global a modo de compendio de la información, y diferentes substemas que llevan al enlace universal del tema en cuestión –hilos conductores multidireccionales-. Dichos enlaces permiten la profundización en tiempo, espacio y circunstancias del acontecimiento contando por el periodista. Por ejemplo, el país de España sacó un artículo sobre el recorte de los presupuestos de los países prestantes por parte de las naciones aportantes de la Unión Europea, respecto a la crisis económica mundial. Dicha información contenía –tags- que hablaban de la crisis general, con enlaces de las situaciones particulares de cada nación europea –Sector bancario español, agrícola francés, PIB portugués, etc., estimulando la investigación a fondo de cada aspecto de la noticia. Los subtemas tratados en un hecho periodístico en la web pueden ser de tipo argumentativo, documental, historiográfico, productos de investigación de otras autorías o enlazados con otros sitios web diferente a los ya trabajados a modo de construcción.
Pero ninguna información es leída, sino se antepone un título elocuente. Estos títulos web tienen dos formas de ejecutarse: O son muy creativo-concisos -evitando el juego de palabras para no caer en elementos literarios- creando controversia por el desconocimiento mismo de la noticia para incitar a su lectura, o dan toda una estructura Sujeto-Verbo-Complemento para saber qué es y si es digna de ser leída. Esta última deriva su importancia del hecho y sobre todo su protagonista.
Con toda la estructura realizada (Titulación, redacción y profundización), el objetivo final de la redacción web es no repetir o mezclar la información, o las palabras del antetítulo, el título, sumario o tema. La idea es recurrir a los sinónimos, los complementos informacionales o bien, bloques de contenido con una misma intención pero diferentes en información.
Los títulos metafóricos afectan los tags –palabras clave- para los motores de búsqueda –Google por ejemplo-, porque tienden a ser temáticas universales y puede que rescaten no los artículos o temas que se necesitan o se están buscando. Su inclusión, permiten enlazar no sólo un texto propio, sino los incidentes en su tema, para profundizar, contrastar, ejemplificar, argumentar o desmeritar.
Las crónicas, las columnas de opinión o las editoriales, son textos no reescribirbles porque presentan no sólo una linealidad, sino que además poseen el pensamiento crítico del autor y en esa circunstancia, es difícil acortar un redacción de dicha índole. Se precisa entonces, realizar un lead que lo anteceda para crear expectativa, importante y ganas de leerlo por más largo que sea.
Ahora bien, ya se dio toda una cátedra, o por lo menos esa era la idea, de la inclusión de la pirámide invertida en el periodismo digital. Pero surge una duda muy importante que se expondrá a continuación:
SI EL AUTOR DE ESTE TEXTO DA LOS ARGUMENTOS O EJEMPLOS SUFICIENTES, QUE EXPLICAN EL PORQUÉ DE LA BREVEDAD EN LOS ARTÍCULOS ONLINE, EN TÉRMINOS DE CANSANCIO VISUAL Y MENTAL DEL USUARIO, LLEVANDO A ESTE AL CIERRE DE LA PÁGINA EN CUESTIÓN, MICROSITIO, TEXTO ONLINE, ETC. ¿POR QUÉ LO QUE HA EXPUESTO EN ESTE CAPÍTULO EN UNA EXTENSIÓN DE 30 PÁGINAS APROXIMANDENTE, NO LO DIJO EN POR LO MENOS 5, SI EL GRADO DE REDUNDANCIA TERMINA SIENDO TAN ALTO COMO FATIGANTE? SEGÚN ÉL NO SE TRATA DE ESCRIBIR POR ES ESCRIBIR, NI DE PAGESVIEWS Y MUCHO MENOS ÍNDICES DE DESCARGA, ¿EN QUÉ PARTE SE EQUIVOCÓ?
Lo digo porque con respecto a esta frase del autor del libro que dice: “Nielsen crea modelos en los que asigna valores en unidades de beneficio y llega a la conclusión de que ‘la gente prefiere leer artículos cortos’, comienza a sonar en la menta otra frase muy bíblica que dice más o menos “Predica y aplica”.
Además, llega otra frase con respecto a Nielsen “Si el autor/editor considera que Internet es simplemente un canal de distribución de contenidos, puede publicar los textos tal como fueron concebidos para las publicaciones impresas, sin los ajustes necesarios para facilitar su lectura en computador y sin recortar su longitud. Así lo hacen muchos sitios que, simplemente, desean alcanzar una mayor audiencia o una audiencia global”. Entonces, a modo de concluir algo que se sacó por simple conjetura, se puede pensar en dos yo del autor del libro y con más profundidad el capítulo: Es de la comunidad científica y se equivocó de tema, o escribió un libro de cómo escribir para la web, montado en la web pero no precisamente podemos decir que el escribe para ella.

A excepción de algunas culturas muy remotas donde prima lo iconográfico en la escritura y el estilo de lectura es significativamente diferente, la narrativa y sobre todo el contenido que se encuentra hoy en el ciberespacio está determinado de izquierda a derecha. Y es que Guillermo Franco, autor de ‘Cómo escribir para la web’ mencionaba que los ‘speed readers’ han generado un cambio en la forma de redactar contenidos digitales, categorizando la información de un punto hacia otro, de relevante hacia menos importante. Todo esto configurado desde la pura necesidad del usuario por conseguir la información primera, antes que la profundización de la misma. Los comentarios voz a voz, mensaje-mensaje o chat-chat han dinamizado los medios a tal punto, que generan temáticas rápidas, simples, concretas, no redundantes y hasta con capacidad de archivar por fecha, los bloques o ejes centrales de determinados artículos para leerlos con más tiempo, a la vez que están enterados de la coyuntura circunstancial de un hecho cualquiera
En esta nueva modalidad del periodismo digital denominada ‘Pirámide invertida horizontal’, las palabras toman fuerza, las frases se acortan para evitar el sigilo del usuario y la información es estructurada desde la voz pasiva. Esto supone pues, el apartar la conocida forma de sujeto-verbo-complemento por una o dos palabras (acción, fecha, protagonista, un alias, temperatura, cifras financieras, porcentajes, etc.) que antes eran concebidas o mejor, mal vistas, para comenzar un párrafo principal. En pocas palabras, la fuerza comienza en el titular y se mantiene.
No importa las veces que sea necesaria la repetición de una información o la explicación de esta, siempre y cuando las palabras claves estén al principio de todo contenido. Jakob Nielsen, en 2006, le dio nombre a esta modalidad denominándola ‘El patrón en forma de F’, que no es más que redactar lo más importante al principio de la oración con una palabra que de por sentado el hecho o noticia, y al final de esta las otras 19 palabras restantes que la complementan.
La información NO estructurada le impide al lector su inclusión en la misma. Por esto, el uso de los dos puntos y aparte ‘:’ reivindica la acción de investigación. No solo genera un descanso en la lectura sino que surge una interacción sujeto-objeto ‘¿Qué sigue ahora?’.
El uso desmesurado de los espacios puede convertirse en un aspecto negativo para el redactor, pues se toman en consideración varias aristas del individuo para con el aparato: La luz reflectiva del artefacto electrónico, las dolencias fisiológicas de la persona –sobre todo a nivel muscular, lumbar y visual- y las actividades a posteriori, diferentes a la sólo lectura de contenido periodístico digital. Por esto, el uso de máximo 30 palabras por frase es uno de los requerimientos para evitar el cansancio o sigilo del lector. En palabras de Franco esto se reduce a que “la frase más corta alarga la vida laboral del redactor”.
De la anterior línea se desprenden varias recomendaciones igual de importantes: las cifras son colocadas en números y sólo serán acompañados por letras cuando excedan las unidades de millón. Los números romanos, a menos de que se trate de un sumo pontífice, personaje de la realeza o siglo referenciado, no se deben de colocar por cuestiones de entendimiento. Las abreviaciones de instituciones, por más conocidas que sean, no se darán por sentado que todos las conocen y es menester explicar lo que significan a lo largo del documento, es decir, cada vez que se haga hincapié en ellas. Ni las fechas, ni los tiempos se separan por puntos, más bien se buscan la hibridación de cifras con letras, por ejemplo: 24 de febrero de 2013 u 11 minutos 30 segundos 44 milésimas.
En cuestiones de temáticas sobre el clima, las temperaturas no se abrevian con el signo de la escala gradual que se esté mencionando, se escriben tal y como se dice, al igual que las tasas porcentuales.
Muchos artículos periodísticos en la web, caen en la trampa del artículo o del conector de sentido para abrir la posibilidad de conexión entre textos, pero esta modalidad es poco recursiva si se toma en cuenta que los ‘speed readers’ desglosan la información a medida que leen de forma descendente. Los usuarios observan las primeras dos palabras de cada bloque temático y si estos comienzan con monosílabos o conexiones como ‘la, los, el, no obstante, sin embargo’, continuará su recorrido hasta llegar a un punto referencial de su agrado.
Si se escribe para la web, se habla de una profesión con fuerza y de la misma forma deberán estar construidos sus verbos. La referencia del pasado simple –mató, secuestró, proclamó, anunció- fomenta el interés de la persona por leer un artículo X, pues retrata de manera directa, el accionar del protagonista o los actores de un hecho.
La información que se repite no sirve para el medio físico por cuestiones monetarias, pero la invención digital permite el uso desmesurado del espacio y esto ayuda a la repetición constante del hecho para que el lector diferente a cansarse, se apropie del tema. No es repetir por repetir, sino ejemplificar para aclarar. Y si de aclaraciones se trata, la letra cursiva le quita estilo y concordancia a la lectura. Lo ideal será la inclusión de las comillas simples -‘’- para enfatizar o resaltar una información.
La lectura digital se convierte entonces en el contrapeso de los manuales de redacción tradicionales de los medios escritos, lo que supone entonces una reestructuración o diseño de un manual de estilo adaptado a las necesidades de los internautas actuales, o de lo contrario, caerán en un vació interactivo en la web que no es más que un vacío universal.

- Sololocal.info fue un portal creado por una curul de periodistas argentinos para el rastreo, intercambio y generación de contenidos web que, con un tratamiento periodístico adecuado, se podría rescatar material perdido en gran parte por un consumo casi excesivo de información dentro del nuevo entorno mediático online. Estos profesionales argumentaron su proyecto diciendo que un número determinado de horas de búsqueda al día puede generar al menos una cantidad X de publicaciones originales. La cantidad de horas para el rastreo y el número de publicaciones son, respectivamente:
- 5 horas – 2 publicaciones
- 4 horas – 2 publicaciones
- 3 horas – 3 publicaciones
- 3 horas – 1 publicación
- Es uno de los campos adicionales más importantes del motor de búsqueda Google. Esta herramienta de segmentación sirve para restringir entre los resultados de la búsqueda aquellos sitios comerciales o de fuentes poco confiables que no suelen utilizar estructuras digitales determinadas como PPT (Power Point), PDF (Portable Document Format), Excel, entre muchas otros. La definición anterior corresponde al campo denominado:
- Región
- Presencia y fecha
- Formato
- Dominios
- El recorte de Dominios es una modalidad que permite recuperar digitalmente documentos no fáciles de visualizar desde la página de inicio. Para ser efectiva dicha herramienta, el usuario debe posicionar el cursor al final del primer enlace y con la tecla ‘Back Space’ se van eliminando paulatinamente las palabras hasta llegar a la primera barra inclinada del link, en ese momento el usuario presionará la tecla ‘enter’. Se puede deducir que además de recuperar documentos difícilmente legibles en la web, el usuario puede encontrar mediante esta herramienta:
- El autor del contenido indexado
- La editorial o institución que redacto el documento
- Los datos bibliográficos del documento.
- Todas las anteriores
Diferente a tratar con una sociedad tecnológicamente constituida, o por lo menos educacionalmente, los privilegios de las grandes metrópolis del mundo y hasta de los países en vías de desarrollo son significativamente altos en comparación con las naciones africanas y sobre todo con la República del Congo. Azotada por masacres de género, explotación sexual pueril, trabajos forzosos a muy temprana edad y las divergencias entre cleros políticos de izquierda y derecha que crearon dos bandos altamente poderosos e igualmente violentos, pueden llevar a la penosa conclusión de tratar con una población exigente desde el punto de vista investigativo.
Para muchos sociólogos, antropólogos, trabajadores sociales de Naciones Unidas, comunicadores y mediadores de otras entidades no gubernamentales e incluso para sus fundaciones, el Congo puede resultar atractivo como forma de producción de procesos de inclusión, desarrollo sostenible, erradicación de hambrunas, tratamiento de enfermedades, entre muchas otras. Pero ¿se han preguntado acaso lo difícil de trabajar con ella, con su gente, con su ambiente?
Los investigadores a diario se ven sujetos a estereotipos, procesos y situaciones que ponen a prueba todo su intelecto para resolver uno o varios casos determinados. El Congo y el documental de Javier Bardem ‘Crímenes invisibles’, hacen pensar que la labor como científico de la comunicación es incluso más importante y riesgosa que el de un médico o cualquier profesional de las ciencias exactas, mismas que tratan todo a través de lo universalmente cierto y comprobado. En cambio, los comunicadores de la vida para la vida misma, encuentran a diario esfuerzos que creían imposibles porque se adentraron a circunstancias de igual magnitud. Mujeres estériles a causa de 15 violaciones sucesivas por parte de grupos armados al margen de la ley, a las que se les pudo sacar una sonrisa después de mucho tiempo. Y eso no lo logró un medicamento, sino la razón, la comunicación, la cultura, el sentimiento, la igualdad y todos estos no se venden en una farmacia. No se miden, no son tangibles y aun así actúan más rápido que un líquido intravenoso.
Bardem puedo haberse quedado en un PentHouse en Nueva York firmando un contrato por 16 millones de dólares para realizar una película de acción. Por el contrario, decidió viajar al Congo y convivir con su población. Buscó traductores en tiempo real que le posibilitaran comprender el dialecto de cada comunidad y así hacer propio el problema del entrevistado. Renunciar a lujosos hoteles por filmar durante varios días no sólo en el Congo con cerca de 40° de temperatura sino también por Estados Unidos, Bolivia, Uganda y una zona de latencia en la zona andina de Colombia. Verificó que un grupo de Médicos Sin Fronteras lo acompañara para entender la causal de su trabajo filantrópico con las gentes. Realizó entrevistas semi-estructuradas que le dieran la confianza a cada entrevistado de relatar su historia tal y como el mismo quisiera, pues nadie más que él para relatar sus momentos de angustia. Realizar un libreto no convencional, apegado a cifras reales de tasas de mortalidad a manos de los grupos armados.
Todo esto, resumido a un filme de 105 minutos. El Premio a la mejor película documental en el marco de los 12 años de los Premios Goya, fue en sí un segundo reconocimiento, uno que vale la pena recordar. Pero es el primero el que lo resume todo. Hacer visibles a los invisibles, o mejor dicho, hacer que la gente los viera como Bardem sí pudo.
Y darle a la investigación un producto que defendió su tesis…